Los vehículos eléctricos ya están en nuestra región, puntualmente el Nissan Leaf fue lanzado en nuestro país y marca el inicio de la propulsión eléctrica en Argentina.
Diez ejes para comprender los beneficios del transporte cero emisiones que ya se está desarrollando en el mundo y la región.
- Menos emisiones
La contaminación del aire mata cada año de forma prematura a casi 7 millones de personas en el mundo y las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del transporte están creciendo más rápido que en cualquier otro sector, mientras que se prevé que la flota global de automóviles se triplique para 2050.
En este sentido, será clave el desarrollo de la movilidad eléctrica para buscar revertir este proceso.
En el Informe Anual de Medio Ambiente de la ONU del 2018, se afirma que la contaminación atmosférica continúa produciendo estragos en la salud de los seres humanos y se calcula que afecta ya al 90% de la población mundial, además de ser responsable de la muerte prematura de 600.000 niños cada año.
- Eficiencia energética
Los automóviles eléctricos desarrollados en la actualidad hacen un uso más eficiente de la energía que los vehículos convencionales, ya que convierten entre el 59% al 62% de la energía eléctrica en potencia directa para sus ruedas, comparado con una proporción entre 17% y 21% en el caso de los autos a gasolina. En el futuro, se espera poder optimizar aún más este proceso.
- Menor dependencia de recursos no renovables
Se estima que el 70% de las emisiones responsables del cambio climático provienen de las ciudades, las cuales albergarán dos tercios de la población mundial en el año 2040.
Esto significa que la demanda de recursos podría aumentar en 125% para 2050, por lo cual es indispensable repensar la organización de la vida urbana.
En este proceso, los transportes eléctricos desempeñan un rol central ya que, a diferencia de los vehículos a gasolina que dependen del petróleo, su sistema reduce significativamente la subordinación a los recursos naturales no renovables.
- Potencia y estabilidad
A diferencia de los vehículos a combustión, los autos eléctricos pueden alcanzar más velocidad, porque trabajan con la fuerza del impulso magnético y poseen un empuje continuo, lo cual genera más revoluciones por minuto, es decir, mayor potencia, desde el primer momento en el que se pisa el acelerador.
- Rentabilidad
Si bien comprar un auto eléctrico es más costoso que adquirir un coche convencional en la mayoría del mundo, estos vehículos son más económicos en términos de consumo, por lo cual constituyen una alternativa muy beneficiosa a mediano y largo plazo desde el punto de vista de la rentabilidad.
Sus necesidades de mantenimiento también son menores porque cuentan con muchas menos piezas que un automóvil tradicional.
- Movilidad silenciosa
Hasta hace pocos años, los autos a combustión se caracterizaban por emitir ruidos muy fuertes, convirtiéndose en focos de contaminación sonora.
Si bien los avances tecnológicos permiten contar con vehículos convencionales mucho más silenciosos, los automóviles eléctricos presentan vibraciones prácticamente imperceptibles.
- Cambios en la infraestructura urbana
El desarrollo de la movilidad eléctrica requiere nueva infraestructura urbana, en particular, la instalación de estaciones de recarga de manera extendida para hacer viable este sistema a escala global.
La ciudad de Oslo, que cuenta con la mayor cantidad de autos eléctricos per cápita del mundo e integra la campaña “Respirá Vida” liderada por ONU Medio Ambiente, ya ofrece más de 1.000 estaciones de recarga y es ejemplo de movilidad sustentable para otras naciones dentro y fuera de Europa.
- Un nuevo orden socio-económico
Como parte de las acciones promovidas por los gobiernos del mundo, se incluyen beneficios para los conductores que adopten sistemas de movilidad más respetuosos con el medio ambiente.
El Estado noruego, por ejemplo, cuenta con un programa de reducción de impuestos, acceso a carriles preferenciales de transporte público, viajes gratuitos en carreteras y transbordadores públicos, y acceso libre a estacionamientos municipales.
- Cuestión de Estado
Más allá de las acciones individuales y de la promoción de medidas gubernamentales para impulsar la adquisición de vehículos eléctricos, la transición hacia sistemas de estas características en las flotas de transporte público resulta vital.
En la Argentina, por ejemplo, se estima que el 57% de la población del área Metropolitana de Buenos Aires se traslada en transporte público, lo cual refleja su alto nivel de impacto.
Experiencias de transporte público eléctrico ya son una realidad en diversas ciudades: Adelaide (Australia) fue la primera ciudad en presentar un autobús eléctrico con energía solar; Shenzhen (China) se convirtió en la primera ciudad con una flota de autobuses públicos 100% eléctricos; y Tallin (Estonia) cuenta con el sistema de transporte público gratuito más grande de Europa.
Regionalmente, Costa Rica implementó una ley de incentivo al transporte eléctrico tanto en la esfera pública como en la privada y puso en circulación tres buses eléctricos que recorrerán todo el país como parte de un plan piloto.
Chile, por su parte, aprobó la introducción progresiva de 200 buses eléctricos en su capital y aspira a superar los 2.000 buses de estas características en 2025.
En el caso de Colombia, el gobierno recientemente acaba de presentar un proyecto ley para disminuir al 1% las tarifas aplicables sobre el valor comercial a la importación de vehículos eléctricos.
Por otro parte los usuarios de vehículos eléctricos tendrán a su disposición mínimo el 2% del total de plazas de estacionamiento en centros comerciales y entidades públicas. Estas deben ser de uso preferencial y se suman a las destinadas para personas con movilidad reducida.
- Un nuevo marco regulatorio
En abril de este año se llevó a cabo el Taller Latinoamericano sobre Legislación en Movilidad Eléctrica y Sustentable. En el marco de este evento, 11 legisladores de distintos países del continente, representantes de ONU Medio Ambiente y de FIA Región IV, se reunieron con el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, Sergio Bergman, para establecer objetivos de trabajo rumbo a la Ley de movilidad sustentable.
En la reunión, se estableció una hoja de ruta con siete líneas de trabajo para la promoción y regulación de la movilidad eléctrica en América Latina.
“Trabajar en conjunto con los países de la región es clave para el desarrollo de una movilidad sostenible en Latinoamérica, que apunte a la reducción de la contaminación y el incremento del bienestar de la población.
Por eso es de vital importancia que avancemos en la misma dirección junto al sector público y privado”, afirmó durante el taller Jorge Tomasi, Presidente de FIA Región IV. Este evento sucedió a la vez dentro de las actividades del Observatorio Parlamentario Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Allí, se puntualizó en la necesidad de coincidir en una legislación específica para la viabilidad de todo tipo de transporte eléctrico basado en el impacto a la salud junto a una estrategia de eficiencia energética. “Cambiar las costumbres tradicionales que están destruyendo nuestro medio ambiente, es una decisión que se debe tomar colectivamente.
No podemos ser ajenos a la responsabilidad que tenemos con el ecosistema, y para eso tenemos que promover y exigir políticas públicas que legitimen este compromiso en todos los actores de la sociedad”, afirma Diego Cosentino, Gerente Regional FIA Región IV.