El escándalo es por la correa impregnada en aceite. Son muchos los clientes que manifiestan cómo su Citroen/Peugeot ha fallado y sobretodo de cómo el taller oficial (ya sea Peugeot o Citröen) se han lavado las manos. Según han reportado medios europeos.
Son muchos los clientes que manifiestan cómo su Citroen/Peugeot ha fallado y sobre todo de cómo el taller oficial (ya sea Peugeot o Citröen) se han lavado las manos. Según han reportado medios europeos.
El problema tiene que ver con la fácil “degradación” de la correa de distribución del tipo húmedo, es decir, lubricada con aceite del motor. Como todos los aceites, el de motor también sufre de contaminación, incluyendo algunas dosis de combustible, que es justamente el que degrada la correa. Además, los residuos de dicha degradación van a parar a la bomba y al filtro de aceite, lo que termina afectando la lubricación del motor. En el peor de los casos, se corta la correa, se impide el paso de aceite y si el motor no falla antes, se rompe; en resumen, se hace un desastre.
En algunas ocasiones, tal y como manifiestan los clientes damnificados, los mecánicos intentan desviar la atención del problema y mientras el motor literalmente se deshace por dentro ponen el foco en problemas fáciles de solucionar.
A pesar de que Stellantis ofrece una garantía de 10 años retroactiva, los propietarios de vehículos con este motor consideran que es una simple estrategia de la compañía para evitar asumir plenamente los costos de reparación.
Comentario de un cliente afectado:
Tras varios fallos, y cuando se le encendió el testigo de motor, decidió ir al taller oficial de Citröen con su auto para ver qué ocurría. Los mecánicos le dijeron que el problema era de las bujías, desviando la atención de lo que realmente ocurría. Su correa bañada en aceite estaba también en contacto con gasolina filtrada y esto la estaba deshaciendo; pero los mecánicos entendieron que lo mejor era recomendarle al cliente cambiar las bujías. Este es solo un caso de los miles que nos han llegado. Este cliente está entre los afectados que han demandado a la marca por no hacerse cargo de su problema.
Los afectados señalan que Stellantis, en lugar de asumir la responsabilidad por los problemas de los motores Puretech, recurre a excusas técnicas para evitar cubrir los desperfectos.
La empresa exige que los vehículos hayan seguido estrictamente los calendarios de mantenimiento, especialmente en lo que respecta a la sustitución de bujías, para que la garantía sea válida. Sin embargo, los propietarios afirman que los fallos de estos motores no están relacionados con el mantenimiento, sino con un defecto de fabricación que afecta la correa de distribución, un componente crucial en el funcionamiento del motor.
El motor Puretech, utilizado en marcas como Peugeot y Citroën, han sido objeto de numerosas quejas debido a fallos como la degradación de la correa de distribución, que provoca problemas en la bomba de vacío y un consumo excesivo de aceite. Estos fallos, a menudo, resultan en costosas reparaciones, que muchos concesionarios oficiales se niegan a cubrir, argumentando que las garantías ya han expirado o que el mantenimiento no se ha realizado en el concesionario de la marca.
