Alfonso Prat Gay anunció que se eliminará el impuesto a los autos de lujo que había implementado el gobierno de Cristina Kirchner hace dos años, cuando atravesaba la corrida cambiaria que culminó en la devaluación de enero de 2014.
Lo que ingresa por ese impuesto es prácticamente nada porque no se vende nada”, argumentó el ministro de Hacienda y Finanzas. En el PRO siempre criticaron esa medida porque consideraron que generaba una distorsión en el mercado de autos e impedía que las fábricas pudieran operar al máximo de su capacidad instalada. Originalmente, el tributo a los autos “de lujo” fue una iniciativa del ex ministro de Economía Axel Kicillof y del ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich, luego de un año en donde el atraso cambiario y el cepo llevaron a una explosión en las ventas de automóviles para refugiarse de la inflación, lo que implicaba una fuga de divisas por esa vía.
El impuestazo fue un duro golpe para el sector porque multiplicó el precio de autos y motos, a lo que luego se le sumó la devaluación y la caída de Brasil, a donde se destina el 70% de la producción.
En la primera jornada luego de levantar el cepo, Prat Gay charló con los periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda e informó que se enviará un proyecto para revisar el Presupuesto del año 2016.
En otro orden, pidió tiempo para la elaboración de un plan fiscal que apunte a reducir el gasto del sector público.
Hace sólo cuatro días hábiles que estoy en el cargo. Estamos trabajando para eso y ya lo vamos a presentar, enfatizó el ministro, quien adelantó que también se comunicará a la sociedad el estado en que encontraron la situación económica.