Un acuerdo que revolucionaría la industria automotriz mundial en momentos en que las compañías compiten para ofrecer más vehículos eléctricos y autónomos.
Ayer, la francesa confirmó su “interés” en fusionarse con el conglomerado italiano. Y celebrará una nueva reunión hoy para continuar analizando la propuesta realizada por la firma italiana, anunció Renault en un comunicado.
“El consejo de administración decidió continuar estudiando con interés la oportunidad de ese tipo de acercamiento y prolongar las discusiones sobre el tema. Se reunirá de nuevo el miércoles 5 de junio”
Los acontecimientos ocurren en medio de presiones del gobierno francés y de los sindicatos, y en medio de la incógnita de qué consecuencias tendrá para la alianza de Renault con las japonesas Nissan y Mitsubishi.
Francia e Italia se han mostrado como los grandes ganadores del acuerdo, que le ahorraría a ambas empresas 5.000 millones de euros (5.600 millones de dólares), pero los sindicatos temen que podría llevar a pérdidas de empleos.
Analistas han advertido que los planes podrían acabar frustrados por lo difícil que resultaría administrar una empresa de semejante tamaño en varios países.
El gran perdedor podría ser la japonesa Nissan, cuya gran alianza con Renault y Mitsubishi se ve en problemas tras el arresto en noviembre de su director general Carlos Ghosn bajo cargos de fraude.
La junta directiva de Renault SA se reunió ayer por la tarde en las afueras de París para decidir si acepta la oferta presentada la semana pasada por Fiat Chrysler Automobiles.
Anunció su interés en la fusión.
Y anunció un nuevo encuentro hoy.
En caso de ser aprobada, se abriría el camino para un memorándum de entendimiento no vinculante a fin de iniciar negociaciones exclusivas para una fusión.
El proceso subsiguiente -que incluiría consultas con sindicatos, el gobierno francés, agencias antimonopolio y otros reguladores- duraría aproximadamente un año.
La fusión crearía la tercera automotriz más grande del mundo, con un valor de casi 40.000 millones de dólares y una capacidad de producción de unos 8,7 millones de vehículos al año.
Eso es más de lo que produce General Motors y poco menos de lo que producen Volkswagen y Toyota cada una.
Si la fusión llegara a incluir a Nissan-Mitsubishi, se crearía la empresa automotriz más grande del mundo, pero Nissan no fue consultada en el tema y ya había rechazado la idea de Ghosn de combinarse con Renault incluso antes de su arresto.
El consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, aseguró que, de completarse la fusión, la relación existente entre las marcas francesa y japonesa requeriría una revisión “fundamental”.
El gobierno francés, propietario de un 15% de Renault, ha entablado consultas con Renault y con Fiat Chrysler en días recientes y una fuente oficial dijo a AP que hay “un ambiente positivo” y que aceptar la fusión “sería algo sensato”